Labrador Retriever
El Labrador Retriever (conocido también como cobrador de Labrador o perdiguero de Labrador) es una raza canina originaria de Terranova, en la actual Canadá. Es una de las razas más populares del mundo por la cantidad de ejemplares registrados.
Su excepcional afabilidad, gentileza, inteligencia, energía y bondad hacen que los labradores sean generalmente considerados como buenos compañeros para personas de todas las edades, así como fiables perros trabajadores, comúnmente formando parte de las brigadas caninas de la policía en operativos antidroga, antiexplosivos, de búsqueda y rescate, entre otros. Con adiestramiento, el labrador es una de las razas de perro más dócil, obediente y talentosa que existen.
Historia
Los antepasados del Labrador actual se originaron en la isla de Terranova, ahora parte de la provincia de Terranova y Labrador, Canadá. El precursor de la raza de Labrador fue el perro de aguas de San Juan, una raza que surgió a través de la cría hecha por los primeros colonos de la isla en el siglo XVI. Los antepasados de los perros de San Juan no se conocen, pero probablemente fueron una mezcla aleatoria de razas de trabajo inglesas, irlandesas y portuguesas.
Hubo dos líneas de perros de San Juan:
- Terranova mayor, era de complexión más pesada, grande y con largo pelaje, fue el precursor del perro Terranova y probablemente fue el resultado de la cruza de perros de San Juan con los mastines traídos a la isla por las generaciones de pescadores portugueses que habían estado pescando en alta mar desde el siglo XVI.
- Terranova menor, era más pequeño, de complexión más liviana, activo, de pelaje corto y suave, fue el precursor del perro Labrador Retriever, siendo criado principalmente por los ingleses e irlandeses. Los pescadores locales originalmente utilizaron al perro para ayudar a llevar los cabos entre los barcos, ayudar a recuperar y sacar las redes de pesca del agua. La lealtad del perro, su gusto por el agua y su disposición para el trabajo duro fueron características valiosas para los pescadores. El pecho blanco, las patas, el morro y el hocico —conocidas como marcas smoking— fueron características del perro de San Juan y, a menudo, aparecen en labradores mixtos, y ocasionalmente se manifiestan en Labradores puros como un pequeño punto blanco en el pecho —conocido como medallón— o ligeros mechones de pelo blanco en las patas o en el hocico.
Durante el siglo XIX un buen número de perros de San Juan fueron llevados a la región de Poole en Inglaterra, en ese entonces uno de los centros de comercio pescadero para la alta burguesía, donde estos animales llegaron a ser apreciados como perros de caza y recobre de aves en agua. Unos pocos criaderos en Inglaterra comenzaron a reproducirlos, al mismo tiempo, en la isla de Terranova una combinación de políticas proteccionistas de la cría de ovejas —que llevó a subir de manera exorbitante los impuestos de los propietarios de perros, aunado a la cuarentena por rabia en Inglaterra que impidió la repatriación de los perros, llevó a la desaparición gradual y consecuente extinción del perro de San Juan en su país de origen, Canadá.
El primer y el segundo Earl de Malmesbury criaban perros para cazar patos en su finca, al igual que el quinto y el sexto duques de Buccleuch, junto con el hijo más joven de lord George, William Montagu-Douglas-Scott, jugaron un papel decisivo en el desarrollo y establecimiento de la raza Labrador moderna en la Inglaterra del siglo XIX. Los perros Avon —«Buccleuch Avon» y «Ned»— dados por Malmesbury para ayudar al duque de Buccleuch en su programa de cría en la década de 1880 se consideran los antepasados del Labrador contemporáneo.
El primer perro de San Juan se dice que llegó a Inglaterra alrededor de 1820. Sin embargo, la reputación de la raza se extendió a Inglaterra mucho antes. Hay una historia que dice que el conde de Malmesbury vio a un perro de San Juan en un barco pesquero e inmediatamente hizo arreglos con los comerciantes para tener algunos de estos perros exportados a Inglaterra. Los antepasados de los primeros labradores impresionaron tanto al conde, por su habilidad y capacidad para recuperar cualquier cosa en el agua y en la tierra, que él dedicó su criadero entero al desarrollo y establecimiento de la raza.
Nombre
La casta fundacional de lo que hoy es el Labrador Retriever fue conocida primero como el perro de aguas de San Juan o Terranova menor. No fue hasta que los perros fueron llevados más tarde a Inglaterra, que fueron nombrados en honor de la zona geográfica canadiense conocida como «el Labrador», o simplemente «Labrador» para poder distinguirlos de la raza de más tamaño y peso: el perro Terranova, a pesar de que la raza era la más meridional proveniente de la Península de Avalon.
Referencias Históricas
La primera referencia escrita de la raza fue en 1814 —«Instrucciones a los jóvenes deportistas» por el coronel Peter Hawker—, la primera pintura en 1823 —«Cora: Una perra Labrador» por Edwin Landseer—, y la primera fotografía en 1856 —el perro «Nell» perteneciente al Earl de Home, descrito tanto como un labrador y un perro de San Juan—. En 1870 el nombre de Labrador retriever se hizo común en Inglaterra. El primer labrador de color amarillo que se registró nació en 1899 —«Ben of Hyde», criadero del Mayor CJ Radclyffe—. El primer perro en aparecer en la portada de la revista Life fue un labrador retriever negro llamado «Blind of Arden» en el ejemplar del 12 de diciembre de 1938. El perro de San Juan sobrevivió hasta la década de 1980, los dos últimos especímenes fueron fotografiados viejos alrededor de 1981.
Perro de San Juan o Terranova menor.
Perro de San Juan o Terranova mayor.
«Nell» (1856). Fue propiedad del conde de Home.
«Buccleuch Avon» (1885). Perro base en las líneas del labrador moderno.
«Ben of Hyde», primer labrador amarillo reconocido.
«Ben of Hyde» recobrando una trucha.
«Cookridge Tango», primer labrador color chocolate, campeón.
Reconocimiento Oficial
La raza de Labrador Retriever fue reconocida por el Kennel Club británico en 1903. Su popularidad fue aumentando tanto en las exposiciones como en los ambientes cinegéticos; un momento cumbre para la raza fue cuando el perro «Bramshaw Bob», propiedad de lady Lorna Howe, consiguió el BIS de Crufts de 1932 y 1933. Esta criadora también conseguiría este preciado galardón en 1937, esta vez con «Cheverella Ben of Banchory». El Club del Labrador de Inglaterra fue fundado en 1916, época en la que la mayoría de ejemplares eran negros, aunque los amarillos empezaban a ser valorados. El primer ejemplar de este color fue registrado en 1899, nacido de dos padres color negro.
El primer estándar de la raza salió en 1916, y se modificó parcialmente en 1950. El estándar de la FCI en vigor es el de 2011. El estándar del AKC data de 1994 y difiere ligeramente de la FCI.
Características
El AKC describe el temperamento en la raza como «de naturaleza gentil, sociable y manejable». El labrador tiene fama de ser una raza equilibrada y un excelente perro de familia. Esto incluye una buena reputación con los niños de todas las edades y otros animales. Tiene aptitudes de perro colaborador; lo que ha sido utilizado para poder entrenarlo como perro de ayuda, para que alcance cosas que están tiradas, apague las luces, entre otras funciones. No es adecuado como un perro guardián, es decir, podrá ladrar para dar aviso, pero por lo general no actuará con mayor agresión, ya que tiende a ser un perro amigable con la gente, sobre todo si es socializado desde temprana edad.
La bulliciosa naturaleza del labrador, junto con su falta de miedo, hacen que se aburra muy fácilmente si no es estimulado apropiadamente con ejercicio, socialización y adiestramiento. Un labrador sin entrenamiento puede volverse ingobernable, y debido a su tamaño y a su entusiasmo si no se ejercita se convertirá en un tornado de destrucción o intentará escaparse para aliviar su aburrimiento, frustración y exceso de energía, por lo que requieren de un entrenamiento y manejo firme para asegurarse de que no se descontrole —un adulto sin control puede ser muy problemático—.
Los labradores maduran en torno a los tres años, antes de este tiempo pueden tener un grado significativo de energía tipo cachorro, lo que es a menudo mal etiquetado como hiperactividad. Algunas líneas, en especial aquellas que han seguido siendo criadas específicamente por sus habilidades en el ámbito de trabajo —en lugar de por su aspecto—, son particularmente ágiles y atléticas. Debido a su entusiasmo, el entrenamiento con correa se sugiere desde el principio para evitar que tire conforme crece. Las hembras pueden ser un poco más independientes que los machos. A partir de la segunda vacuna es una raza apta para pasear fuera de casa.
El labrador es conocido por su apetito voraz, y algunos ejemplares pueden llegar a comer objetos no digeribles y que le pueden causar daño. Son persistentes y persuasivos a la hora de pedir comida. Por esta razón, el propietario de un labrador debe controlar cuidadosamente la ingesta de alimento de su perro para evitar el sobrepeso y los problemas de salud asociados con el mismo.
El perro es reconocido por su inteligencia. La raza se catalogó en el séptimo lugar —de 131 razas analizadas— en la clasificación de Stanley Coren acerca de la inteligencia de los perros. Por lo que el trabajo de obediencia se convertirá también en una forma divertida de interactuar con él.
Se sabe que tienen un toque muy suave con la boca, como resultado de haber sido criados para recuperar presas tales como aves acuáticas. Son propensos a masticar objetos —aunque pueden ser entrenados para abandonar este comportamiento—, e instintivamente disfrutan sosteniendo o llevando objetos en su boca, lo que pueden hacer con gran suavidad —es lo que se conoce en la jerga de los cazadores como «boca blanda»—; un Labrador bien entrenado puede llevar un huevo en su boca sin romperlo. También suelen disfrutar de recuperar una pelota sin fin (a menudo obsesivamente) y otro tipo de actividades, como por ejemplo; agility, disco volador o flyball.
En la actualidad es una de las razas más conocidas por el gran público, con una gran demanda en multitud de países y que se emplea en labores muy variadas, dada su especial capacidad de trabajo. Su sentido del olfato le permite rastrear casi cualquier olor y seguir la pista hasta su origen, ya que por lo general permanece sobre el rastro hasta que lo encuentra. La marina, el ejército y la policía lo utiliza como perro de detección para localizar a los traficantes de droga, ladrones, terroristas y mercado negro.
Exploración
No suelen saltar vallas altas o cavar, pero debido a que son una raza inteligente y perseverante, con las condiciones y los estímulos adecuados, un Labrador aburrido podría convertirse en un «maestro escapista». Son animales curiosos, gustan de explorar y seguir rastros nuevos o esencias relacionadas con posibles alimentos —aunque desde el punto de vista humano esos «alimentos» no sean comestibles—. De esta forma, a menudo pueden «desaparecer» o separarse de sus propietarios de un momento a otro, y ser también robados. Debido a su naturaleza curiosa y su capacidad para «desaparecer» en un santiamén, junto con el riesgo de ser robados, una serie de asociaciones y organizaciones de perros (Kennel Club) consideran una buena práctica que los labradores, y perros en general, sean tatuados o lleven un microchip, con el nombre y la dirección de sus dueños. También es recomendable un collar con placa que contenga la información básica del propietario.
En algunos países, como Suecia, es obligatorio que todos los perros sean registrados —sin importar la raza—, y les sea implantado un microchip desde que nacen con fines de identificación.
Colores
El Labrador Retriever está registrado en tres colores:
- Negro, un color negro sólido (una pequeña mancha blanca en el pecho es bastante común y permisible, aunque no deseable según el estándar del AKC.)
- Arena, en cualquiera de sus variantes, que van desde el color que algunos criadores venden como blanco o crema hasta el color «rojizo».
- Chocolate, que va de medio a marrón oscuro.
Algunos perros se venden como color «plata» de pura raza, pero la pureza en esas líneas de sangre se encuentra en disputa. Los principales clubes de perros de todo el mundo permiten que se registren los labradores de color plata, pero bajo ciertas condiciones, como el Kennel Club de Inglaterra que exige que se registren no como color «Plata» sino como color «No reconocido». El Club del Labrador Retriever en EE.UU. (LCR) afirma públicamente que «no hay base genética para el gen color plata en los Labradores». De vez en cuando los labradores exhibirán una pequeña cantidad de pelo blanco en el pecho, las patas o la cola, pero rara vez un Labrador de pura raza exhibirá rayas o puntos de color tostado como un Rottweiler. Estas marcas son motivo de descalificación para perros de exposición, pero no tienen ninguna incidencia en el temperamento del perro o la capacidad de trabajo o una mascota.
Genética del color
En una misma camada pueden nacer cachorros de todos los colores. El color se determina principalmente por tres genes; el primer gen —el locus B— determina la densidad de los gránulos de la capa de pigmento eumelanina, si ese pigmento se da: los gránulos densos resultarán en un pelaje negro, pero si los gránulos son poco densos o escasos darán como resultado un pelaje de color chocolate. El segundo gen —el locus E—, determina si la eumelanina se produce o no. Un perro con un alelo recesivo E va a producir pigmento de feomelanina y solo podrá ser de color amarillo, independientemente de su genotipo en el locus B. Los genes mencionados previamente han tenido su número aumentado por la introducción del tercer gen —el locus K—, donde el dominante «negro», el alelo KB reside. Los labradores negros o chocolate, por lo tanto, deben tener el alelo KB. El Labrador amarillo se determina con el locus E, por lo que el locus K es irrelevante para determinar ese color. Las variaciones de muchos otros genes controlan los detalles más sutiles de la coloración en el pelaje, que en el caso de los labradores amarillos varía del blanco a oro y hasta el rojizo. Las narices de los labradores de color chocolate y negro coincidirán con el color de su pelaje.
Según un estudio de 2011 para observar la mutación M264V responsable de la máscara melánica, 13 de los 245 perros estudiados eran labradores heterocigóticos y uno era homocigótico. Se concluyó que, dentro de la raza, este rasgo no era visible.
Curiosidades
Endal, un Labrador Retriever de Gran Bretaña, fue galardonado como Perro del Milenio por su devoción al deber. Su inteligencia e iniciativa salvaron la vida a un hombre inconsciente al que colocó en posición lateral de seguridad salvándole la vida. Además, recuperó su teléfono móvil, buscó una manta y le cubrió y alertó a las viviendas cercanas en busca de ayuda. Al no recibir atención el perro corrió hasta un hotel cercano dónde finalmente logró alertar del estado del hombre inconsciente.
Fuente: Wikipedia.org
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